martes, 4 de noviembre de 2008

QUEJARSE CON ESTILO

Como cada martes, a escribir me dispongo
pero por cambiar, en verso hoy, mis palabras compongo.

JOJOJO

Y la duda me embriaga,
no se si ceñirme a la rima descarriada,
o la estricta métrica, de nuestros antepasados,
con sus normas matematicas, de estilos estructurados.
En fin

Ayer, un grupo de sabios cerebros en ebullición,
meditó y meditó sin parar
hasta llegar a una conclusión.
“Que lo del campo de golf tiene dos motivos,
uno bueno, y otro, no.”

El primero, llegó el ultimo,
mas no por ello más importante,
Pues su interés es estético,
y no funcional u operante.
Se llegó a esa idea al mirar los desiertos
que aun cubren la universidad.
Que le hubieran dado mas sentido,
seguro, y alguna utilidad.
Aquel que ha cogido un palo de golf,
sabe del gran peligro que conlleva,
y de la posibilidad que existe,
de que tu ojo se convierta en cueva
es peligroso para los que, tirados en el césped,
disfrutan del porro o el tabaco,
sí, en nuestra UNI,
pues no hay estado policial, ni policiaco.

El segundo motivo es más cotidiano,
con ciertos tintes especulativos.
No tenemos pruebas, verdad,
pero nos sobran los motivos
para pensar que aquí,
como en todos lados
las habas no se cuecen,
son de los espabilados.
¿Qué sentido tiene hacer algo ,
que solo puede utilizar el uno por ciento?
¿Cuándo, hoy que llueve,
los caminos aun no hay cemento?
la carrera de deportes,
a mi me hace pensar,
que por glamour o lo que sea,
es importante al cobrar
no se me ocurre ningún motivo más
no doy por hecho, que sean bandidos
digo que al menos, un poco
algo huele a podrido





Como conclusión,
si alguien quiere un Pulitzer,
que busque e indague.
ya dije un día,
no me gusta la verdad,
sí la fantasía

no intento ser poeta, ni mucho menos buen poeta

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